Por Ghaleb Kandil
Luego de las sucesivas derrotas que ha sufrido la agresión
imperialista contra Siria, el levantamiento del pueblo egipcio contra el
poder de la Hermandad Musulmana en su país ha dejado en estado de
choque a los círculos estadounidenses-israelíes. Esto se evidenció en
las confusas declaraciones y comentarios que siguieron a la destitución
del presidente Mohamed Morsi, resultado de un levantamiento
sin precedentes, tanto al nivel de la movilización popular como en
cuanto a las consignas que corearon los millones de egipcios que se
lanzaron a las calles.
La primera reacción de Washington fue incitar a Arabia Saudita y los
Emiratos Árabes Unidos a recurrir histéricamente a la chequera para
inyectar unos cuantos miles de millones de dólares al Tesoro egipcio.
Los estrategas estadounidenses creyeron que la toma del poder por la
Hermandad Musulmana en ciertos países árabes garantizaría un
nuevo periodo de hegemonía israelo-imperialista de al menos una decena
de años, bajo un ropaje islamista. Esas previsiones se basaron en la
tradición religiosa de los pueblos árabes, en las relaciones orgánicas
que la Hermandad Musulmana había establecido con los centros de decisión
occidentales a lo largo de las últimas décadas y en una serie de
pronósticos absurdos que anunciaban la victoria de los «
Ikhwans»
en Siria y la perennidad de su poder en Egipto. Esos gobiernos [de la
Hermandad Musulmana] establecerían entonces, en coordinación con Arabia
Saudita, Qatar y Turquía, un nuevo eje que declararía la guerra a Irán y
establecería una alianza abierta con Israel. La
fitna [División o guerra entre musulmanes. NdlR.] sería su principal herramienta para destruir el eje de la resistencia en la región.
La resistencia de Siria ha sido una poderosa bofetada que desbarató
los cálculos occidentales. La firmeza de Siria a la agresión universal
en su contra se debe a la convergencia entre una sólida
voluntad popular, un mando profundamente apegado a sus
opciones nacionalistas y una institucion militar ideológica y
patriótica. Esta ecuación ha permitido rediseñar un nuevo panorama
internacional contra el cual se ha estrellado la dominación unilateral
de Estados Unidos.
Luego del fracaso de las cartas qatarí y turca en la agresión contra
Siria, Occidente recurrió a sus cartas de reserva saudita y jordana,
basadas en el armamento masivo de los terroristas. Esto terminó en un
nuevo fracaso. La tercera faceta del plan se basaba en el despliegue en
Siria de un contingente militar palestino-egipcio, a través de la
frontera jordana.
Mientras que la resistencia siria se consolidaba y se producían
cambios en la correlación internacional de fuerzas, estalló en Egipto el
levantamiento popular, arrasando las esperanzas de Washington y sus
auxiliares sobre la aplicación de su tercer plan.
La rapidez de los países del Golfo en aportar a Egipto su
ayuda financiera se inscribe en el marco de una medida preventiva
tendiente a impedir el surgimiento de una nueva red de relaciones entre
El Cairo, Moscú, Pekín y Teherán. Pero no pasa de ser un vano intento de
retrasar la natural evolución de la nueva correlación internacional de
fuerzas.
La Hermandad Musulmana ha salido del poder, al que no volverá en
mucho tiempo. En Siria, el Estado está imponiéndose ante los terroristas
y el crepuscular papel de Turquía en el complot contra Siria no podrá
asumirlo ahora por una monarquía wahabita vacilante, minada por las
rivalidades e intrigas de sucesión.
¿Será la solucion suicida a este cuadratura del círculo una agresión israelí contra Siria y el Líbano?
Declaraciones y expresiones de posición
Bachar al-Assad, presidente de la República Árabe Siria
«
Las fisuras cuyas consecuencias estamos viendo en nuestra
historia contemporánea comenzaron con el surgimiento de la Hermandad
Musulmana y se agravaron después de la independencia debido al papel
nocivo que ha desempeñado [la cofradía] en cierto número de países
árabes, como Siria.
La Hermandad Musulmana dio origen a la primera fisura, fundamental,
entre el arabismo y el Islam. Ella trató de crear dos patrias:
una patria para los islamistas y otra para los nacionalistas. De esa
manera, el pensamiento colonizador no ha dejado nunca de expresarse a
través de guerras sucesivas, como la guerra del Líbano, que tuvo como
objetivo la creación de una patria para los musulmanes y de otra para
los cristianos. Es en eso que las consecuencias del activismo de la
Hermandad Musulmana se han hecho más visibles en el terreno, siendo la
más importante y la más peligrosa de ellas es la presencia de al-Qaeda,
[organización] a la cual Occidente no dejó de prodigar su respaldo,
teniendo como telón de fondo la revolución islámica en Irán; revolución
que vino a respaldar la causa palestina y, por lo tanto, el núcleo mismo
de la identidad para los árabes.
Este nuevo contexto ha empujado [la Hermandad Musulmana]
a orientarse hacia la creación de una nueva discordia entre sunnitas y
chiitas para destruir la relación entre los árabes y los persas,
mientras que el 11 de septiembre y la invasión de Afganistán e Irak
ensanchaban las fisuras entre los takfiristas y todas las ramas del
Islam (…)
Nosotros hemos logrado resistir hasta ahora porque en Siria existe
la conciencia de un pueblo capaz de impedir el pleno éxito de ese tipo
de maniobras (…)
Es evidente que donde reina el caos, se impone el terrorismo. Cuando
se debilitó el Estado afgano, se desarrolló allí el terrorismo. Y
cuando Irak fue invadido, el terrorismo se propagó en ese país.
Hay Estados extranjeros que llegan a apoyarlo para alcanzar así sus
propios objetivos. Eso es lo que sucedió cuando quisieron debilitar el
Estado sirio con la esperanza de quebrar la inmunidad histórica de este
país, sus posiciones y su resistencia (…)
¿Existe acaso algún parecido entre las acciones de estos wahabitas
takfiristas y la conducta del Profeta Mahoma? Yo he conversado mucho
sobre eso con dignatarios religiosos sirios o provenientes de los países
del Levante. El Corán, el Hadith y la vida del Profeta predican lo
contrario de lo que hacen ellos. El terrorismo es como el cáncer. Si
usted lo corta sin eliminarlo totalmente, aparecen metástasis. Así que
hay que erradicarlo. Pero no basta con la guerra para lograr
su erradicación. Hay que agregar la educación, la cultura,
la comunicación e incluso la economía (…)
Para nosotros, al igual que para la Resistencia y para todos los que
nos apoyan, está claro el camino. El extranjero puede continuar con sus
maniobras todo el tiempo que quiera. Nosotros alcanzaremos nuestros
objetivos, a través de nuestra resistencia y de nuestra inmunidad
interna. Lo lograremos sin vacilar y por nuestros propios medios.
Ellos pueden seguir discutiendo. Nosotros haremos lo que juzgemos ser lo
mejor en interés de Siria (…)
El ejército sirio está combatiendo en numerosas regiones del país.
Si hubiésemos necesitado ayuda, habríamos podido obtenerla. En el caso
de la batalla de Qoussair, esa cuestión tiene que ver más con la
Resistencia libanesa que con la situación interna en Siria. Sobre todo
porque la ciudad, situada en una zona fronteriza, está considerada como
el patio trasero de la Resistencia. Una Resistencia fuerte necesita una
verdadera profundidad (…)
En Egipto lo que estamos viendo es el fracaso del llamado
“Islam político”, el fracaso de un tipo de administración que la
Hermandad Musulmana quiso venderle no sólo a Egipto… Yo digo y repito
que nosotros no aceptamos que el Islam se rebaje al nivel de
la política.»
Jeque Nabil Kaouk, vicepresidente del Consejo Ejecutivo del Hezbollah
«
Los acontecimientos de Abra han revelado el verdadero rostro de
la Corriente del Futuro, que no deja pasar una oportunidad de incitar a
la discordia comunitaria y cuyo papel –consistente en cubrir y facilitar
los proyectos de discordia– ha salido a la luz.
Es vergonzoso que quienes tenían como consigna “El Líbano primero”
lleguen a favorecer la discordia primero. El Moustaqbal actúa de esa
manera porque su plan para Siria ha fracasado y está tratando de
compensar la pérdida de sus apuestas con un incendio del frente libanés.
Está atacando al ejército [libanés] y encubriendo a los asesinos de los
militares en Abra, Ersal y Trípoli. ¿Por cuenta de quién está tratando
de denigrar al ejército, al pueblo y a la Resistencia? Ese partido es
responsable de cada gota de sangre derramada de un oficial o un soldado.
Los que se entregan a la provocación, quienes arman a individuos y
facilitan los planes de discordia son cómplices del crimen cometido en
Abra. El mayor pecado de ese partido, desde su fundación hasta hoy, es
que recurre a la exacerbación confesional, que nunca le será de utilidad
ni le permitirá obtener progresos políticos en detrimento de la
Resistencia, que es a su vez demasiado fuerte para dejarse arrastrar al
camino de las polémicas y las provocaciones comunitarias.»
Acontecimientos
- Algunos quisieron convertir ayer la reunión de la
Comisión parlamentaria de Defensa e Interior en un juicio contra el
Ejército Libanés, incluso en una oportunidad de poner a la institución
militar en el banquillo de los acusados. Pero la sesión se convirtió en
una «presentación documental» sobre el terrorismo del llamado
Ahmad al-Assir y su grupo. Los representantes del ejército proyectaron a
los miembros de la comisión grabaciones de videos que muestran
claramente cómo estallaron los enfrentamientos y la agresión de los
partidarios de al-Assir contra el punto de control del ejército
instalado cerca del perímetro de seguridad de Abra y cómo el jeque
en persona ordenó a sus hombres «hacer pedazos» a los soldados cuando estos últimos se negaron a desmantelar el punto de control, como el jeque les había «ordenado».
Los videos habían sido captados a través de las cámaras del perímetro
de seguridad. En ellos se ve al jeque al-Assir, muy nervioso y tenso,
exhortando a sus partidarios a tomar las armas y a dirigirse hacia
el punto de control para desmantelarlo por la fuerza. Efectivamente,
[sus milicianos] llegan hasta la barrera y comienzan a provocar a
los militares antes de ejecutarlos, matando al oficial Samer Tanios y
al soldado Rami Khabbaz. Después de matar o herir a todos los militares
que se hallaban en el punto de control, vuelven al lugar donde está
Ahmad al-Assir, quien mientras tanto se ha puesto su uniforme militar,
para contarle lo que han hecho. El jeque aúlla entonces: «¡Háganlos pedazos!» Su hermano Amjad le responde: «Ya lo hice.»
Otro video, filmado 2 días antes de los incidentes, muestra a al-Assir
en el punto de control del ejército insultando a los militares y
declarando: «Banda de animales. ¡Los vamos a degollar!» Los soldados dan muestra de gran serenidad, evitando responder a las provocaciones.
-
El primer juez de instrucción ante el tribunal militar, Riad Abou
Ghida, interrogó ayer a 9 personas sospechosas de estar implicadas en
los enfrentamientos entre el ejército y partidarios de Ahmad al-Assir en
Abra. El magistrado liberó a 3 de los sospechosos y emitió órdenes de
arresto contra los otros 6. Por otra parte, el juez de instrucción ante
el tribunal militar, Fadi Sawan, interrogó ayer al jeque Ch., acusado de
actos de terrorismo y de transportar armas, municiones y explosivos
hacia Siria. El jeque Ch. acompañaba al jeque al-Assir en sus visitas a
Siria. Se emitió una orden de arresto contra él.
Revista de prensa
As-Safir (Diario libanés vinculado al 8 de Marzo), 12 de julio de 2013
Fuentes que siguen la investigación sobre el atentado de Bir el-Abed
[Líbano] mencionan indicios actualmente sometidos a análisis pero se
niegan a entrar en detalles y precisar en qué fase se encuentran las
investigaciones. Las fuentes se limitaron a decir: «
La investigación continúa en todas direcciones y todas las opciones están siendo tomadas en cuenta.»
Pero fuentes de seguridad han mencionado datos preliminares que
actualmente se analizan. Según esas informaciones, el coche-bomba fue
estacionado en el lugar del atentado por una mujer de pelo rubio (o
teñido de rubio) y la carga explosiva, preparada de forma profesional,
era de más de 35 kilogramos. Pero la onda expansiva se desplazó
verticalmente, no horizontalmente. Las mismas fuentes indican que
el lugar fue escogido con intenciones de provocar el mayor número
posible de víctimas.
As-Safir , 12 de julio de 2013
Marlene Khalife
Los observadores no son optimistas en cuanto a la capacidad del
Reino Unido para convencer a los demás países europeos de cambiar de
opinión sobre la inscripción del ala militar del Hezbollah en la lista
europea de organizaciones terroristas.
Lo que los británicos están tratando de hacer es únicamente dejar
constancia de su intento de poner el ala militar del Hezbollah en la
lista negra como una forma de quedar bien con Estados Unidos e Israel.
Los ministros europeos de Relaciones Exteriores debatirán el tema en su
reunión del 22 de julio, en Bruselas, en momentos en que se ha producido
un evidente cambio en la posición búlgara. Al no existir elementos
probatorios que incriminen al Hezbollah, toda posible inscripción de su
ala militar en la lista terrorista podría ser impugnada. Resulta difícil
tomar una decisión europea sobre la cuestión basándose [en
consideraciones de orden] político.
Un diplomático europeo afirmó en ese marco que «
no es posible
acusar al Hezbollah de terrorismo por su participación en la guerra en
Siria, dada la implicación de otras partes libanesas en ese conflicto».
La cuestión, planteada en febrero pasado, resurge ahora debido a
las constantes presiones que Estados Unidos ejerce sobre la Unión
Europea, especialmente sobre Francia, para llevarla a sumarse a
la decisión británica.
Según las informaciones provenientes de canales diplomáticos
bien informados, los estadounidenses han pedido, con insistencia, a los
europeos la inscripción del ala militar del Hezbollah en la lista de
organizaciones terroristas de la Unión Europea porque ven en ello una
medida más importante que el levantamiento del embargo sobre las armas
destinadas a la oposición siria.
Un experto en asuntos europeos subraya, sin embargo, que
los europeos se interrogan sobre la utilidad de la inscripción del
Hezbollah en la lista negra y también sobre el interés que puede
presentar para Europa la adopción de esa medida. Otro diplomático se
preguntó qué ganaría Europa con cerrar los canales de diálogo con el
Hezbollah.
As-Safir , 10 de julio de 2013
El presidente del Parlamento [libanés], Nabih Berry, declaró que
el atentado contra el barrio sur de Beirut debe acelerar más que nunca
la formación de un gobierno de unión nacional. Los esfuerzos hacia la
formación del gobierno se intensificaron ayer. El primer ministro
designado, Tammam Salam, recibió al ex primer ministro Fouad Siniora y a
un emisario del presidente de la República, el ex ministro Khalil
Hraoui.
El presidente Berry dijo al señor Salam que el movimiento Amal y el
Hezbollah negociarán con él la participación de los chiitas en el nuevo
gobierno, independientemente del jefe de la Corriente Patriótica Libre
(CPL), el general Michel Aoun. «
Transmitiremos al señor Salam una larga lista de candidatos a los puestos ministeriales, [lista] en la que podrá escoger», dijo.
El presidente del Parlamento indicó que existen importantes
divergencias entre el señor Aoun y los demás componentes del 8 de Marzo,
«
sobre todo en el plano interno». «
A partir de hoy, cada cual es libre de sus decisiones en cuanto al gobierno o incluso el Parlamento», dijo el señor Berry. «
Ya lo comuniqué al ministro Gebran Bassil» agregó antes de resaltar: «
El acuerdo estratégico sobre la resistencia y el conflicto con Israel se mantiene.»
An-Nahar (Diario libanés vinculado al 14 de Marzo), 12 de julio de 2013
El jefe de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, reiteró su rechazo a
la participación del Hezbollah en el nuevo gobierno debido a su
implicación en Siria. Estimo, por otro lado, que el atentado contra el
barrio sur [de Beirut] exige la rápida formación de un gobierno, tenga o
no el aval del Hezbollah.
An-Nahar , 9 de julio de 2013
Los medios de la comisión ministerial a cargo del seguimiento de la
cuestión de los rehenes libaneses en Siria indicaron que las
negociaciones emprendidas por el director de la Seguridad Nacional,
Abbas Ubrahim, con los secuestradores han llegado a un acuerdo
casi definitivo. El arreglo concluido prevé la liberación de los
9 rehenes en dos tiempos, como contraparte por la liberación por parte
de las autoridades sirias de las detenidas reclamadas por el
Batallón Tempestad del Norte.
En un primer momento, 4 o 5 rehenes libaneses serán liberados mientras
que la mitad de las prisioneras sirias serán puestas en libertad. La
segunda fase tendría lugar poco después de la primera.
Los mismos medios no han evocado la fecha de aplicación de este
acuerdo por temor a que imprevistos de último minuto puedan ponerla
en peligro.
Al-Akhbar (Diario libanés vinculado a la Resistencia), 12 de julio de 2013
Fuentes del Hezbollah aseguran que la relación entre el partido y la
Corriente Patriótica Libre (CPL) es estratégica y que, si bien pueden
aparecer divergencias sobre temas internos libaneses, se trata de algo
muy natural entre «
aliados libres» ya que esta alianza «
no está dirigida por una embajada ni por ninguna parte extranjera».
Otras fuentes del 8 de Marzo agregan que el general Michel Aoun «
no se diferencia en nada de los demás componentes de esta alianza en el plano político». En cuanto a la Resistencia, las posiciones del líder de la CPL son tan estables como las del 8 de Marzo y su visión sobre «
la ofensiva takfirista en la región es clara y sólida». Otra fuente subraya que el secretario general del Hezbollah, sayyed Hassan Nasrallah, repite constantemente que «
la Resistencia tiene una deuda con el general Aoun y confía en él».
Los aliados del Hezbollah indican que las divergencias con el
general Aoun sobre la prórroga del mandato del comandante en jefe del
ejército son «
reales y naturales». El jefe de la CPL estima que
ese cargo, destinado a los maronitas, no puede ser asignado sin que él
sea consultado previamente sobre el tema, sobre todo tratándose de sus
aliados.
Por su parte, lo que preocupa al Hezbollah es preservar su relación
con el general Aoun y mantener al mismo tiempo la unidad entre los
chiitas (en alusión a la relación con el presidente del Parlamento,
Nabih Berry). En cuanto a la cuestión específica de Kahwaji, el
Hezbollah tiene muchas preocupaciones y es posible que no haya concedido
a ese tema la importancia que merecía ya que su prioridad era proteger
la institución militar y su eficacia. El Hezbollah estima además que la
situación del ejército bajo el mando de Kahwaji es «
buena» y que
no es posible encontrar un sustituto en las actuales circunstancias, que
se caracterizan por profundas divisiones internas.
Al-Akhbar ,12 de julio de 2013
Roula Ibrahim
Al día siguiente del lanzamiento de los 2 cohetes contra el
barrio sur de Beirut, el pasado 26 de mayo, el jefe del Partido
Socialista Progresista (PSP), Walid Joumblatt, pasó una de sus peores
noches. Sintió que la tenaza de la
fitna se cerraba sobre
su cuello. Se dio cuenta de que, contrariamente a lo que él creía, la
seguridad de la región de Aley no estaba garantizada. Así que recurrió a
la «vieja guardia», reemplazando al responsable del PSP en Aley, Wissam
Kadi –quien cubre la región de Chabar al-Gharbi, Beissour, Keyfoun,
Aitate, Choueifat y Bchamoun–, por su predecesor, Zahi Ghosseini. Este
último, quien responde al sobrenombre de Abou Ayad, ocupaba en el pasado
funciones militares y debe controlar mejor el terreno en localidades
delicadas, limítrofes con las zonas de influencia del Hezbollah.
Por otro lado, y conforme a un arreglo alcanzado en el marco de una
comisión conjunta, el PSP –junto con responsables del Hezbollah–
inspeccionó la región de Aley, sobre todo las colinas de Ras el-Jabal,
8-8-8 y Aitate, y todas las localidades que dominan Beirut. Hay que
señalar que la coordinación entre ambos partidos en el terreno había
sido suspendida hace 6 meses como resultado de la tensión provocada por
el hecho que el señor Joumblatt acogía opositores sirios en la montaña.
Pero ahora se han restablecido los mecanismos de coordinación. Además,
el PSP ha reiniciado las patrullas en las regiones de Choueifat y Deir
Qoubel, con el pretexto de querer proteger las localidades. Al cabo de
una interrupción de 2 años, desde el inicio de la crisis siria, el PSP
ha restablecido nuevamente, por iniciativa del señor Joumblatt, los
contactos con el Partido Socialista Nacionalista Sirio (PSNS) sobre los
temas de seguridad en la región. Pero el PSNS ha expresado reservas,
exigiendo que las discusiones aborden todos los temas, incluyendo los de
los servicios y el desarrollo. El jefe del PSP aceptó esas condiciones
y,efectivamente, varias reuniones bilaterales han tenido lugar, sobre
todo en Choueifat.
Finalmente, el señor Joumblatt ha realizado una apertura hacia
drusos que no forman parte de su órbita, resaltando la necesidad de
fortalecer la unidad de la comunidad.
Al-Akhbar , 11 de julio de 2013
Hassan Olleik
Fuentes de seguridad y políticas indican que el director de la
estación CIA en Líbano pudiera haber entregado a los servicios de
inteligencia libaneses dependientes del ejército y de las FSI [Fuerzas
de Seguridad Interna] varios informes con información extremadamente
sensible.
Según el primer informe, un grupo afiliado a al-Qaeda fabricó
2 cargas –de 7 toneladas cada una– antes de ponerlas a bordo de camiones
para hacerlas estallar. Dichos explosivos iban a ser utilizados contra
edificios del barrio sur y el atentado debía ser ejecutado por kamikazes
de un grupo vinculado a al-Qaeda y activo en Siria.
Un segundo informe proveniente de la CIA habría indicado que un
grupo vinculado a al-Qaeda al parecer introdujo en Líbano 2 toneladas de
explosivo que debían ser utilizadas en ataques contra el ejército
libanés, contra el Hezbollah, los embajadores de Arabia Saudita y Kuwait
en Beirut y contra diplomáticos rusos y chinos.
En cuanto al tercer informe entregado por la CIA a los servicios
libaneses de inteligencia, este contendría información detallada sobre
el responsable de los lanzamientos de cohetes realizados desde el
territorio sirio contra Baalbeck. Se trataría al parecer de un sirio,
jefe de un grupo armado en las regiones que se hallan al oeste del Rif
[la campiña] de Damasco.
Esos informes formaban parte del orden del día de la reunión
celebrada el pasado jueves en el Palacio de Baabda, reunión presidida
por el jefe del Estado, en presencia del primer ministro saliente Najib
Mikati, de los ministros de Defensa, del Interior y de
Telecomunicaciones así como de los responsables de la seguridad.
Al-Akhbar , 10 de julio de 2013
Ibrahim al-Amine
La lógica así como datos y estimados políticos y de seguridad han
llegado desde hace mucho tiempo a la siguiente conclusión:
una determinada parte, cuya identidad no es un misterio, se está
preparando para cometer una serie de crímenes en Líbano, tomando
directamente como blanco las zonas bajo la influencia del Hezbollah, que
no ignoraba a su vez que partes árabes e internacionales, e incluso
libaneses, iban a dar apoyo a tales actos de violencia.
Leyendo entre líneas las reacciones libanesas ante el atentado de
Bir el-Abed, puede comprobarse que una determinada parte libanesa está
colaborando activamente con los enemigos de la resistencia para
arremeter contra ella. Prueba de ello es el discurso cada vez más
vehemente que se eleva contra el Hezbollah y que lo presenta como una
fuente de peligro, tanto para su público como para el resto de los
libaneses. Ese ataque viene acompañado de una campaña sin precedente
tendiente a romper toda forma de contacto social, político, cultural y
personal entre sunnitas y chiitas.
Esa parte libanesa solicita constantemente a sus socios externos que
la respalden en esta campaña anti Hezbollah. Se ha vuelto algo normal
solicitar el apoyo de Occidentte, de Israel, de todos los grupos
takfiristas y de todo tipo de pandillas.
Peor aún, esa misma parte se dedica ahora a defender al criminal y a
justificar su acto, incitándolo así a reincidir hasta que la
resistencia haga las concesiones que se le quieren imponer en el plano
libanés y regional. Los componentes libaneses de esa parte han perdido
todo sentido de las responsabilidades, en la medida en que ahora tienen
como única preocupación la de seguir cayéndole simpáticos a Occidente y
garantizar que sus amos no los acusen de haber fracasado por enésima vez
en esta misión.
Ante la actual atmósfera, sería bueno recordar el 8 de marzo de
1985, cuando una poderosa explosión sacudió la principal arteria de
Bir el-Abed. El objetivo de la carga explosiva era entonces el difunto
Sayyed Mohammed Hussein Fadlallah. Pero murieron cerca de 90 habitantes
de la región. Algún tiempo después, la investigación permitió
identificar a los ejecutores de aquella masacre. Eran un grupo de
libaneses directamente vinculados a la CIA.
Años más tarde pudo conocerse otra parte de la verdad en un libro
del célebre periodista estadounidense Bob Woodward, quien reveló que «
la CIA obtuvo de Arabia Saudita financiamiento para muchas de sus operaciones de entonces» y que «
el
enlace entre el régimen saudita y la inteligencia estadounidense no era
otro que el embajador del rey en Washington, Bandar ben Sultán, quien
al parecer transfirió 3 millones de dólares a una cuenta bancaria
secreta en Suiza para financiar la operación ya pactada por ambas partes».
Un nuevo crimen ha sido perpetrado a sólo decenas de metros del
lugar donde se cometió el de hace 28 años. Quienes dieron la orden
de ejecución y sus ejecutores deben temer, donde quiera que se
encuentren, la cólera del Hezbollah, cuya fuerza de disuasión ya ha
probado su eficacia.
L’Orient-Le Jour (Diario libanés en lengua francesa vinculado al 14 de Marzo)
Scarlett Haddad (13 de julio de 2013)
Una fuente cercana al Hezbollah estima que si al inicio de los
acontecimientos en Siria reinaba la confusión, su evolución puede verse
hoy con toda claridad. La fuente explica que ahora es evidente que
los estadounidenses y los europeos, así como los israelíes, están desde
el principio detrás de lo que sucede en Siria. Ellos consideran que
tienen en la región un solo enemigo, cuya cabeza es Irán, el cuerpo
es Siria y los brazos y piernas son el Hezbollah y el Hamas.
Comenzaron tratando de cortar los miembros de ese enemigo
desencadenando una guerra contra el Hezbollah en 2006 y luego otra
contra el Hamas en 2009. Inútilmente.
Creyeron entonces que podían atacar la cabeza, imaginando primero un
ataque contra instalaciones nucleares y después multiplicando
las sanciones económicas. Inútilmente.
Decidieron entonces golpear el cuerpo, o sea Siria, para separar así
la cabeza de los miembros. Para ello aprovecharon lo que se ha dado en
llamar «
la primavera árabe» en Egipto y Túnez, y sobre todo la experiencia adquirida en Libia, para provocar un movimiento similar en Siria.
Comenzaron así las primeras manifestaciones con reclamos
democráticos. Quienes elaboraron el proyecto creyeron que el régimen de
Bachar al-Assad era frágil y que caería rápidamente. Pero al ver que las
manifestaciones no lograban movilizar multitudes ni ocupar una plaza
simbólica para presionar al régimen, los padrinos del proyecto optaron
por la revuelta armada. Fue en ese contexto que el ex emir de Qatar
declaró, en 2011: «
El mes del ramadán será sangriento este año en Siria y el régimen caerá a fin de mes.»
Los acontecimientos no marcharon en ese sentido y los enemigos del
régimen decidieron entonces recurrir a la carta del Consejo de Seguridad
[de la ONU] para cubrir una operación militar limitada o la imposición
de una zona de exclusión aérea. Pero encontraron la firme oposición
de Rusia y de su aliada, China.
Recurrieron entonces a la fibra religiosa y confesional, la única
capaz de movilizar multitudes y atraer combatientes. Fue así que, en
respuesta a los llamados de varios ulemas extremistas, como el jeque
Yussef Karadaui, confluyeron hacia Siria yihadistas provenientes de
todas partes del mundo, reforzando las filas de la oposición y
convirtiéndose en la fuerza principal en el campo de batalla. Este
último plan funcionó porque los yihadistas resultaron ser feroces
combatientes que no temen a la muerte ya que la consideran la puerta
al paraíso.
Pero su modo de vida y sus prácticas provocaron de inmediato una
reacción de rechazo en la población siria, que rápidamente se desencantó
con la oposición. Así que los padrinos occidentales ya no pueden seguir
encubriendo tales actos, ni tampoco una oposición islamista, a la que
por cierto combaten en Mali y que multiplica los atentados contra ellos
mismos en Libia y Afganistán. Se produce, por lo tanto, en este momento
un intento de rectificar y de empujar al Ejército Sirio Libre a retomar
la iniciativa y a expulsar a los islamistas. Pero hasta ahora
no ha habido en el terreno resultados significativos en ese sentido.
Por el contrario, son cada vez más numerosos en los medios
occidentales los reportajes y análisis que mencionan el debilitamiento
de la oposición, sus divergencias internas y su incapacidad para
recuperar la iniciativa ante las fuerzas del régimen, que están ganando
terreno.
Por cierto, después de haber exigido la partida del presidente sirio
Bachar al-Assad, Occidente se hace ahora más discreto sobre ese punto
declarándose dispuesto a una solución política negociada. Así apareció
la idea de la conferencia Ginebra 2. Pero el problema, como ha declarado
el nuevo jefe de la CNS [Coalición Nacional Siria, que reagrupa a la
oposición exterior. NdlR.], Ahma al-Jarba, es que la oposición no quiere
participar en esa conferencia en su actual estado de debilidad. Así que
hay que darle la posibilidad de que obtenga alguna victoria en el
terreno para que acepte participar. ¿Pero cómo? El flujo de armas y
fondos está beneficiando sobre todo a los extremistas de al-Nusra, a los
que ningún país occidental puede cubrir oficialmente.
En ese contexto, la fuente cercana al Hezbollah precisa que
la principal preocupación de Occidente consiste ahora en impedir que el
régimen sirio se anote una rotunda victoria. El compromiso tendría
entonces que basarse en la siguiente ecuación: ni gran victoria ni gran
derrota para llevar al régimen y a la oposición a concluir un acuerdo.
Pero, por el momento, prosigue el derramamiento de sangre ya que el
régimen quiere aplastar a la oposición, que a su vez aún espera lograr
invertir la situación en el terreno.
La próxima cita política seria debería tener lugar en septiembre,
durante la cumbre del G20. Hasta entonces, todo indica que seguirá
la violencia…